jueves, 6 de septiembre de 2012

Fragmento del poéma el carrizo ( Rumi)





Un día me sacarás de mí mismo por completo
y haré lo que ni siquiera los ángeles pueden hacer.
Tus pestañas escribirán en mi mejilla
el poéma aún no pensado.



Cuando estás con todos menos conmigo estás con nadie.
Cuando estás sin nadie pero conmigo estás con todos.
En vez de unirte a todos sé todos.
Cuando te conviertas en tantos serás nada.



Parte del ser abandona el cuerpo mientras dormimos
y cambia de forma. Puedes decir " Anoche
 fuí un ciprés, un pequeño almácigo de tulipanes,
un viñedo". Luego la forma se va.




Regresa a tu cuerpo. No quiero atemorizar a nadie.
Oye más allá de las palabras que digo:
allí están el oro pálido del trigal bajo el sol
y el oro del pan hecho de este trigo.
No tengo ningúno de ambos y hablo de ello,
como un pueblo de desierto mira
las estrellas en la noche clara.



El ave del alma no desea remontarse a las alturas,
ninguna de las seis direcciones lo incita al vuelo.
Preguntas, ¿ dónde volar para encontrarle?
¿Cómo volar hacia dónde Él no está?




Somos el mar nocturno colmado con destello de luz.
Cuando nos sentamos juntos
somos el espacio entre el pez y la luna.




Siempre es lo mismo:
cuando termino un poéma
me sobreviene un gran silencio
y me pregunto por qué se me ocurrió usar palabras.

La sed de los peces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario