Soltar.

Cómo se puede continuar sin soltar ?
No es posible.
Si quieres nuevas formas, lo viejo se a de dejar.



Voy aprendiendo lo que cada día el instante presente me recuerda que mire, y ,cierta mente, hay lugares que me cuesta mirar ,así que los voy dejando para el final, aunque ese final de momento se me acerca con un peso grande y casi insostenible sino fuera por que tengo fe.

Cada año al iniciar el curso ( cosa que me encanta *)  se que muchas aventuras me esperan a lo largo de sus páginas, y, que cada momento está diseñado perfectamente para mi aprendizaje, ya que todo esto me lo enseño a mi misma y ,la experiencia que observo, es mi ilusión traída de pequeños fragmentos de muchas experiencias. No siempre atino en lo que ocurre o deja de ocurrir en otros ya que soy una persona digamos un tanto despistada. Pero en ningún momento he querido nada que no fuera mi propio despertar. Un poco lento quizás,,pero es que yo no tengo prisa y disfruto de lo que suelo hacer.

Este año me propuse hacer el curso sin ningún numero de lección de por medio,,ya que me daba mal royo
( personal) y...me ha gustado totalmente, me he sentido libre dentro de unas páginas en las que he podido disfrutar intensa mente de el contenido mas que de los resultados,,,he sentido mucho a Jesús a mi lado animándome para disfrutar simplemente de un libro maravilloso del cual me siento totalmente agradecida. Siento muchisimo si alguien se a sentido ofendido por ver en ello una ofensa o cualquier otra cosa,,Simplemente seguí los dictados de mi corazón, y realmente lo acerté.

Llegado casi a las últimas partes de estos fantásticos ejercicios (318) y sigo sintiendo esa ilusión de felicidad que da el leer la verdad de mi corazón.

Soltar...soltar cada vez que crees que ya sabes, por que en realidad,,no sabes, porque si supieses ya sabrías como soltar, por lo pronto me consuelo en soltar lo que si sé ver...cuestión de invidecia diría yo...

Daros las gracias a los que os acercáis alguna vez por aquí. Y deciros que la vida es maravillosa y que Dios es la única realidad que debiera encender nuestros corazones.

Isabel.